Si no hay sitio en casa, hay que buscarlo fuera. La demanda de trasteros sigue creciendo impulsada por los clientes particulares, especialmente desde hace un «par de años», según Alberto Borregón, presidente de la Asociación Española de Self Storage (AESS). «Empresas y autónomos son los que más han utilizado este servicio en los últimos años, y el particular es el que se está animando otra vez a comprar»

«En mi casa tengo dos habitaciones y no tengo más espacio», dice Carlos López, propietario de uno de estos trasteros en Madrid. Lo tiene desde hace más de medio año. Antes usaba una habitación de su vivienda para almacenar las cosas, pero la familia creció con la llegada de un hijo y la falta de espacio se acentuó. La ecuación de pisos pequeños, más miembros en la unidad familiar y la imposibilidad de cambiar de vivienda por la crisis están detrás del incremento en la compra de trasteros.

La demanda de autónomos y pymes se mantiene estable, considerando que ven estos espacios de almacenaje como una «solución logística».